Este primer día de actividades como un acto de fe y confianza en la creación de un Matamoros más unido y próspero, el alcalde municipal Beto Granados acompañado del Padre Humberto Zuñiga, miembro de la Diócesis de Matamoros-Reynosa, recorrieron los pasillos de la presidencia municipal para bendecir cada una de sus áreas.
Con estas acciones y la voluntad de cada uno de los nuevos funcionarios municipales se deslumbra una administración cercana a los matamorenses y consciente de la gran responsabilidad que hoy se ejerce.
El Padre Humberto Zuñiga realizó la bendición del inmueble antes de ingresar a Palacio Municipal y posteriormente recorrió cada una de las oficinas del lugar para esparcir agua bendita, confiando en la voluntad de Dios y en la de los funcionarios entrantes para transformar a Matamoros.