Tras una copiosa votación en todo el país, el Instituto Nacional Electoral (INE) dio a conocer que se perfila que Claudia Sheinbaum Pardo será la próxima presidenta de México, pues el conteo rápido realizado por el organismo electoral arrojó que la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia obtuvo entre 58.9 y el 61.7 por ciento de la votación, mientras que Xóchitl Gálvez tendría un rango de entre 26.6 y el 28.6 de la votación nacional.
Jorge Álvarez Maynez quedó en un lejano tercer lugar con entre 9.9 y el 10.8 por ciento de la votación, mientras que el porcentaje de participación ciudadana llegó hasta el entre 60 y 61.5 por ciento de la lista nominal de electores, de 98.3 millones de personas.
Además, en el Congreso de la Unión Morena y sus aliados también arrasaron, por lo que quedarán cerca de la mayoría calificada que le permitirá hacer cambios constitucionales.
Con incidentes de violencia en algunas entidades y más del 99 por ciento de las casillas instaladas, la autoridad electoral destacó que la jornada fue transparente y resguardó el voto de los ciudadanos.
Así, después de casi 200 años de la historia moderna, México tendrá su primera presidenta de la República, que tendrá que avanzar un paso más en la lucha por la equidad de género.
Al término de la jornada electoral, la presidenta del consejo general del INE, Guadalupe Taddei Zavala, aseguró que los mexicanos manifestaron su compromiso con la democracia y con el futuro de nuestra nación.
Cada voto es una voz, una expresión y sobre todo una manifestación del poder ciudadano, dijo tras precisar que estas elecciones son una muestra de confianza en nuestro sistema electoral, que está diseñado para asegurar que cada voto cuente y que cada resultado sea verificado de manera justa y transparente.
Xóchitl Gálvez se aferró al triunfo con uñas y dientes, los votos están ahí, que no los escondan
En unas elecciones las apariencias cuentan (pero también engañan). Y para ser hay que parecer, por lo que Xóchitl Gálvez y la Coalición Fuerza y Corazón por México, se apresuraron a salir y cantar victoria tanto en las elecciones presidenciales como en seis estados, incluida la Ciudad de México con Santiago Taboada.
Estaba claro que a Xóchitl le andaba por ganarle algo a Claudia Sheinbaum, lo que fuera; y por lo menos se le adelantó a dar su discurso en el que se proclamaba vencedora en punto de las 7 de la noche en el Hotel Presidente Intercontinental en el lujoso barrio de Polanco. Minutos después, Claudia lo dio en el Hilton.
Envalentonada porque una hora antes, los dirigentes nacionales de su Coalición salieron con bombo y platillo a anunciar que Taboada le había ganado a Clara Brugada, Xóchitl continuó con el plan que ya estaba planchado y salió con un sonoro: ¡Ya ganamos!, para mandarle a México el mensaje triunfalista y tratar de meterle calambres al partido en el poder.
Había que ponerle ruido a la situación y para eso estuvieron presentes familiares, militantes y hasta los Xochitlovers, quienes la vitoreaban y le coreaban una y otra y otra vez como la nueva ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta!
Sin embargo, en la política hay que saber leer los mensajes y las señales. Y una muy clara fue cuando Marko Cortés (PAN), Alito Moreno (PRI), Jesús Zambrano (PRD) y Santiago Creel, coordinador general de la campaña de la oposición, dieron un mensaje pasadas las 21:00 horas.
En el escenario estaban los mismos personajes que apenas unas horas antes se declaraban victoriosos y si bien recalcaron una vez más que ganaron la presidencia y las seis gubernaturas, con todo y sus porras de los Xochitlovers, el tono del mensaje fue mucho más serio y hasta dándole la orden a la prensa de que no dieran a nadie vencendor hasta que el INE lo dijera. La zozobra y los fantasmas de la derrota ya merodeaban
A esa hora las sonrisas ya no eran de oreja a oreja y la rigidez en la boca Santiago Creel ni de casualidad la podía esconder, mientras que Alito Moreno dio un discurso memorizado y solo asentía a lo que sus homólogos del PAN y PRD decían en el búnker de la oposición. Marko Cortés se tomó el papel de fiscalizador de los medios, mientras que Jesús Zambrano pidió que no comieran ansias en decir ganadores.
La realidad es que ese mensaje dijo mucho pero no por las palabras sino por las caras, porque a esas alturas del conteo, Claudia ganaba por el 58 por ciento de los votos, mientras que Xóchitl solo alcanzaba el 29 por ciento; es decir, prácticamente el doble.
Aún así, Xóchitl Gálvez y la Coalición Fuerza y Corazón por México, se aferraron hasta el último momento, agarrados de uñas y dientes a mantenerse como ganadores de las elecciones.
Muestra de eso, fue que minutos antes de las once de la noche, la candidata escribió en X: ¡Hoy no te duermas! Mantente atento y despierto. También porque el INE se retrasó en dar su anunció sobre el conteo rápido y eso alargó el drama en la noche en que la que el futuro de México por los próximos seis años se decidió.
Eso sin importarle un ápice que si bien era aún muy pronto en los conteos del PREP, la historia y la experiencia dictan que una inercia así, es prácticamente imposible de remontar en una elección presidencial. De hecho, en cualquier elección lo seria.
Hasta pasadas las 23:00 horas del domingo 2 de junio, Xóchitl Gálvez y la Coalición Fuerza y Corazón por México, no aceptaron la derrota bajo ninguna circunstancia y por el contrario, la candidata mandó otro mensaje en X:
Los votos están ahí. No permitamos que los escondan. Quieren que te vayas a dormir creyendo que te ganaron. Mienten como siempre.
Claudia Sheinbaum va arriba en el Conteo Rápido
En punto de las 20:00 horas el Instituto Nacional Electoral (INE) abrió el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), donde se vacían gradualmente los datos de todas las actas de las más de 170 mil casillas que se instalaron en todo el territorio nacional para la elección a la presidencia de la República.
Con apenas unas cuantas actas computadas, la candidata de Claudia Sheinbaum, lleva una clara ventaja sobre la candidata del PRI-PAN-PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, aunque las cifras son apenas incipientes, pues no han sido contadas ni el uno por ciento de las casillas.