Director: Eduardo Vizcarra Cruz

domingo 22 de diciembre de 2024

Italia prohíbe la carne sintética; es el primer país de toda Europa en hacerlo

Facebook
X
WhatsApp
Email
Print

El Parlamento italiano aprueba ley que prohíbe la producción y venta de alimentos sintéticos, siendo Italia el primer país europeo en implementar esta medida.

El gobierno ultraderechista de Giorgia Meloni impulsó la normativa, argumentando las posibles desigualdades nutricionales y la falta de estudios científicos que respalden estos alimentos. La medida, sin embargo, genera controversia entre la oposición, que destaca la falta de conclusiones científicas que justifiquen su prohibición absoluta.

Los críticos de la ley señalan que podría contravenir el principio de libre circulación de mercancías en la Unión Europea si se prohíbe la comercialización de alimentos sintéticos elaborados en otros países. Además, destacan la importancia de evaluar cada caso individualmente en lugar de una prohibición general.

La ley establece multas de 10 mil a 60 mil euros, o el 10 por ciento del volumen de negocio en el caso de ingresos superiores a los 60 mil euros, para quienes comercialicen este tipo de alimentos. El debate en la Cámara de Diputados estuvo marcado por enfrentamientos entre partidarios y opositores, reflejando la polarización en torno al tema.

El ministro de Agricultura, Francesco Lollobrigida, justificó la ley como una medida para proteger la salud pública y evitar desigualdades sociales. En marzo, al aprobar el proyecto de ley, indicó que la intención no es persecutoria, sino una forma de salvaguardar la salud y el medio ambiente.

El ministro de Sanidad, Orazio Schillaci, argumentó que la decisión busca preservar el patrimonio y la cultura agroalimentaria del país basada en la dieta mediterránea. Destacó la falta de estudios científicos sobre los efectos de los alimentos sintéticos y enfatizó el principio de precaución.

El gobierno de Meloni ya ha implementado medidas para ofrecer más información a los consumidores sobre alimentos no tradicionales, destacando la separación de harinas fabricadas con insectos en supermercados como una de ellas. La decisión refleja la preocupación por la protección de la salud y la preservación de la identidad culinaria italiana.